Hablamos de mantenimiento correctivo cuando corregimos averías o defectos observados en nuestro equipamiento, reparando o sustituyendo aquello que ha sido dañado de manera puntual.
Tanto el preventivo como el correctivo forman parte de un plan de mantenimiento que idealmente será realizado por el mismo profesional que nos ha instalado el equipo: él es quien mejor sabe las características del material, dónde puede encontrarse el fallo técnico, cómo debe colocarse de nuevo y, en definitiva, cómo repararlo correctamente.
Cabe decir que, dentro de este plan de mantenimiento, existe una parte importante de previsión que debe realizarse antes de montar todo el equipo: la fase diseño. Es ahí donde se debe empezar a plantear cómo podremos mantener la instalación en un futuro.
